
Un nuevo documental sobre el fallecido y popular chef Anthony Bourdain utilizó tecnología tipo deepfake para simular, con mucha precisión, algunas lineas de diálogo, como si las hubiera dicho el mismo Bourdain.
El documental se titula Roadrunner y está dedicado a la vida de Bourdain, para lo cual se entrevistó a muchos de sus cercanos. Sin embargo, su creador, el director Morgan Neville, necesitaba la voz del protagonista para ciertas frases. Y el material de archivo no contenía las palabras necesarias para armar las frases, por lo que recurrió al uso de la tecnología.
Específicamente, fueron tres frases que se recrearon a través de un algoritmo. Según Neville, gran parte de la narración de la cinta es la voz del propio Bourdain, extraída de las muchas grabaciones ya existentes. Y estas se utilizaron no solo para narrar el documental, sino también como la base para un modelo de inteligencia artificial que recreó la voz de Anthony Bourdain de tal manera que para el común de las personas resulta indistinguible del original.
El director asegura que, más allá de un segmento que aparece en el tráiler de Roadrunner, nadie va a saber cuáles son las otras frases creadas a través de un algoritmo. Y Neville también está consciente de que esto plantea un dilema ético, pero aquello no parece generarle mayores problemas, según comentó a New Yorker.
En este caso, el uso de tecnología tipo deepfake para la creación de una obra artística puede tener alcances éticos, pero en ningún caso se igual a lo que ha ocurrido en otras ocasiones en los que las consecuencias pueden ser mucho más graves. Recientemente, ocurrió que un grupo de políticos europeos creyó estar en una llamada de video con opositores al gobierno ruso, pero todo se trató de un engaño mediante un deepfake.
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