Cada vez que enciendes el aparato, va a poner en marcha la maquinaria para ajustar la temperatura que hayas puesto. Si lo apagas una vez ha alcanzado esa temperatura, va a empezar a volver a aumentar y al encenderlo de nuevo, gastará energía otra vez. Tal vez pienses que por apagarlo 5 minutos, si por ejemplo vas a salir de casa, es buena idea para ahorrar.
Utiliza el modo Eco o modo ahorro
El problema es que, justo en el proceso de apagar y encender continuamente, se gasta energía. Es decir, es mejor dejar el aire encendido todo el tiempo que apagarlo 5 o 10 minutos. En ese tiempo, la habitación ha podido alcanzar una temperatura superior y va a tener que trabajar más para volver a rebajarla.
Lógicamente, el hecho de consumir más o menos va a depender de la temperatura ambiente, la que hace fuera. Si es un día de verano de 40 grados en la calle, tendrá más sentido lo que decimos; apagarlo 5 o 10 minutos puede hacer que la habitación coja temperatura rápidamente sin que te des cuenta.
Lo que recomendamos, en caso de que vayas a salir un rato de casa, por ejemplo, es utilizar el modo Eco o modo ahorro. El aire acondicionado va a seguir funcionando, va a mantener la temperatura, pero lo va a hacer consumiendo pocos recursos. La idea es no tener que encenderlo al llegar, lo cual va a suponer un gasto de energía, pero tampoco lo vamos a tener a pleno rendimiento.
Hoy en día, la mayoría de aires acondicionados modernos cuentan con estos modos. Sirven para gastar menos energía y son útiles de cara a ahorrar en la factura. Siempre que puedas, es importante que los utilices.
Elige bien la temperatura
No obstante, más allá de esto que mencionamos de usar el modo Eco en vez de apagar y encender continuamente el aire acondicionado, es clave que elijas bien la temperatura. No lo pongas demasiado bajo, ya que cada grado puede hacer que consuma sobre un 7% más de electricidad. Puedes tener un ahorro importante si lo controlas bien.
¿Cuál es una temperatura adecuada? Podemos decir que lo ideal es tener la temperatura de casa en verano a unos 24 grados. Si puedes a 25, mejor. Evita poner el aire acondicionado a menos de 22 grados, ya que realmente no lo necesitas y estarías consumiendo electricidad tontamente cada día.
En definitiva, como ves es importante que evites apagar y encender el aire acondicionado continuamente. Puedes optar por el modo Eco o modo ahorro siempre que lo tengas disponible. Además, elegir bien la temperatura es clave para evitar consumir más de lo necesario. Si tienes el aparato domotizado y el router funciona bien, podrás aprovechar el Wi-Fi.
