Punk, fútbol y antifascismo: la historia del club alemán que vuelve a Primera

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Punk, fútbol y antifascismo: la historia del club alemán que vuelve a Primera

El Sankt Pauli retorna a la máxima categoría y su «horizontalidad» sale a la luz. Resurgido entre lesbianas y okupas que tomaron un complejo de departamentos, hoy se codea otra vez entre los grandes.

La entidad «más progresista del mundo» está de regreso. Tras 13 años, jugará nuevamente en la Bundesliga…

Con una historia que hasta 1980 parecía navegaría en poco más que el olvido, la ocupación de un complejo de departamentos (Hafenstrasse) en adyacencias a su estadio, en Hamburgo, derivó en un giro.

Punks, lesbianas y personas que integraban postergadas minorías se acercaron al St. Pauli y de a poco fueron ganando terreno y sus ideas encontraron ecos.

La «horizontalidad» del club vino acompañada del rechazo a la ultraderecha, con un nacismo nunca sepultado en Alemania, pero también contra el racismo y la xenofobia.

Las raíces de sus ideas se desplegaron al mundo y sus hinchas se multiplicaron. En Argentina se multiplicaron sus banderas, y sus fanáticos, «Los Piratas del Sur», llegaron a grabar un documental basado a la entrevista a un historiador que está metido en medio del corazón del club.

¿Salieron de lo que era una quiebra, cuando incluso querían instalar una comisaría en su sede? Sí.

¿Organizaron en 2006 un Mundial de selecciones no reconocidas por la FIFA, que ganó Chipre del Norte? Sí.

¿Rechazaron a la revista Maxim, que denigraba a las mujeres y fue tildada de sexista, como sponsor? También.

Pretemporadas en Cuba y un arquero (Volker Ippig), que en los ’85 fue parte de las Brigadas de solidaridad en Nicaragua derivaron en que las banderas del Che Guevara flameen cada vez más en su estadio.

La instauración del Día de las Víctimas del Holocausto para el 27 de enero es una tradición que nunca se rompe, al grito de «No olvidamos – No perdonamos» (KEIN VERGEBEN – KEIN VERGESSEN).

Algún que otro proyecto de los seguidores del club tiene trascendencia internacional, como es el caso del «Viva con agua», que tiene como objeto llevar agua potable a distintos lugares de África.