El 2024 marcó el inicio de la gestión de Javier Milei, un año caracterizado por una fuerte recesión inicial y un repunte económico posterior, aunque con impactos desiguales entre los sectores productivos. Así lo analiza Marcos Cohen Arazi, investigador del IERAL, quien desmenuza cómo atravesaron los sectores económicos este período de transformación.
El contexto ya era complicado al cierre del gobierno de Fernández, con una caída del 1,9% del PIB en el último trimestre de 2023. A esto se sumó el impacto de las políticas económicas del nuevo gobierno, con un ajuste cambiario, fiscal y monetario que profundizó la recesión durante el primer semestre de 2024. El nivel de actividad cayó 2,1% en el primer trimestre y 1,7% en el segundo.
Sin embargo, el tercer trimestre sorprendió con un crecimiento del 3,9%, devolviendo a la economía el nivel de actividad de fines de 2023. Este repunte, consolidado en octubre y noviembre, permitió cerrar el año fuera de la recesión, con un crecimiento general del 0,6% respecto de noviembre de 2023.
La heterogeneidad sectorial
No todos los sectores atravesaron el año de la misma manera. Mientras actividades como la agricultura, ganadería, minería y pesca no registraron caídas, otros como la construcción y la industria enfrentaron las mayores contracciones.
- Sectores más afectados:
- Construcción: Tocó su punto más bajo en marzo, con una caída acumulada del 24%. Actualmente, sigue rezagada, ubicándose 14% por debajo del nivel de noviembre de 2023.
- Industria: Cayó hasta un 14% en su peor momento, aunque cerró el año cerca del nivel previo a la gestión de Milei. La situación varía entre subramas, con la industria alimenticia creciendo un 4% y la textil cayendo un 20%.
- Comercio: Retrocedió un 12% durante el año, logrando una recuperación parcial hacia el final del período.
- Sectores menos afectados:
- Transporte y comunicaciones y actividades inmobiliarias y empresariales sufrieron caídas leves del 2% y 3%, respectivamente, alcanzando niveles cercanos a los de fines de 2023.
- Minería y agricultura se mantuvieron estables durante todo el año, incluso con un desempeño superior en ciertos indicadores.
- Sectores en recuperación lenta:
- Hoteles y restaurantes: Tocaron fondo en enero y cerraron el año un 3% por debajo del nivel inicial.
- Electricidad, gas y agua: A pesar de las fluctuaciones, lograron mantener una relativa estabilidad, sin grandes caídas acumuladas.
Perspectivas para 2025
El análisis de Cohen Arazi es optimista respecto al 2025, proyectando un crecimiento superior al 4%. Entre los factores que podrían dinamizar la economía se encuentran:
- La recuperación del poder adquisitivo de los salarios.
- La estabilización macroeconómica y la reducción de la incertidumbre.
- Reformas regulatorias que faciliten la actividad económica.
No obstante, persisten desafíos importantes. La elevada carga impositiva y la falta de competitividad de ciertos sectores amenazan con limitar el alcance de la recuperación. Además, los costos de producción no han disminuido significativamente, lo que pone de manifiesto la necesidad de reformas estructurales más profundas.
El 2024 fue un año de contrastes y adaptaciones para la economía argentina. Mientras algunos sectores lograron sortear la crisis con éxito, otros aún enfrentan desafíos significativos para recuperar los niveles previos. Con perspectivas favorables para 2025, el desafío para el gobierno será consolidar la recuperación económica y abordar los problemas estructurales que persisten en varios sectores productivos.