Okinoi invierte €4 millones en automatización y se prepara para un escenario de mayor competencia

 

 

Con una inversión de 4 millones de euros, Okinoi está desarrollando un ambicioso proyecto de automatización y robotización de su centro logístico, basado en un sistema de almacenamiento inteligente que integrará software y hardware para transformar la forma en la que se gestionan los pedidos. La empresa se dedica a la producción de insumos, partes y piezas para motos, al tiempo que ensambla algunas unidades y también importa equipos desde Asia.

“El sistema consiste en grandes torres con bandejas móviles que acercan los ítems a los colaboradores, permitiendo mayor rapidez, eficiencia y menos errores en el control y entrega de pedidos”, explicó Agustín Visokolskis, director ejecutivo de Okinoi. El proyecto apunta a mejorar la productividad del personal y acelerar los procesos internos, bajo estándares similares a los que ya se utilizan en algunas farmacias y centros de distribución de vanguardia.

La empresa visualiza esta inversión como una herramienta clave para mantenerse competitiva en un entorno que cambiará drásticamente con el levantamiento del cepo y la apertura de las importaciones.

Motos y crédito: una relación sensible

Okinoi se mueve en un sector muy vinculado al acceso al crédito. Por eso, la suba de tasas de interés representa una amenaza para el buen momento que venía atravesando el mercado de motos, impulsado por los problemas del transporte público y la facilidad de acceder a cuotas.

Hubo un boom de patentamientos en los últimos meses. Pero si el crédito se encarece, eso claramente va a impactar en las ventas. Necesitamos estabilidad para sostener ese crecimiento”, analizó.

Importaciones más ágiles, pero con nuevos desafíos

El ejecutivo valora positivamente la simplificación de los procesos de importación en los últimos meses, pero advierte que esto también abre la puerta a una mayor competencia, incluso en rubros donde antes no era tan sencillo competir desde el exterior.

Ahora es mucho más sencillo, menos burocrático importar. Eso está bueno, pero también significa que cualquiera puede hacerlo”.

En el caso de su planta de producción de cascos, reconoce que hoy importar desde China puede ser tan rentable como fabricar localmente, con la diferencia en volumen que representa traer un contenedor completo.

Me sale prácticamente lo mismo hacer un casco acá que traerlo de China. Pero el volumen de producción es totalmente distinto, y eso juega en contra de la industria local”.

Nuevo escenario

Tras la reciente eliminación del cepo cambiario, el sector industrial argentino transita un clima de cautela, expectativa y necesidad de adaptación. Visokolskis reconoce que la medida generó incertidumbre, aunque no provocó el shock inicial que muchos temían.

“Hay un poquito de incertidumbre por todo lo que está pasando, pero por ahora hubo tranquilidad. No se dio el shock que muchos esperaban”, afirma. Visokolskis considera que el levantamiento del cepo es un paso hacia la “normalización” económica del país y una señal positiva para los inversores, especialmente aquellos del exterior que veían con dificultad el ingreso de capitales.

“Lo bueno de esta medida, independientemente de a quién favorezca, es que tiende a buscar un país serio y normal”, señala.

Sin embargo, no deja de reconocer posibles efectos negativos en el corto plazo, como el impacto en el poder adquisitivo de la población y una probable suba de precios. Pese a eso, destaca un dato relevante: esta vez, la devaluación podría no venir acompañada de emisión monetaria, lo que daría lugar a una recomposición salarial más genuina.

“Por primera vez va a haber una pseudo devaluación sin emisión. Tal vez eso le dé un final distinto a lo que vimos en otras devaluaciones”, cncluye.