Una cosa es hacer de piloto de Fórmula 1, rol que cumplió Brad Pitt en la película de la Máxima, y otra muy distinta es serlo. Bueno, al menos por un día, el actor estadounidense se puso en la piel de los corredores más rápidos del mundo y conoció las exigencias a las que se someten: manejó el McLaren versión 2023, el MCL60, y lo aceleró a fondo en COTA (Circuito de las Américas, en Texas).
“¿Cómo me siento ahora? Incrédulo, mareado, un poco intimidado. Sólo necesito subirme al auto y empezar”, expuso el yanqui antes de ingresar al monoplaza. Desde el vamos, una figura de renombre le dio un voto de fe importantísimo: Lando Norris dijo que Brad es “muy capaz” y que debía estar “asustado, pero feliz”. Y entonces llegó la hora de pisar el pedal derecho.
De entrada, el actor se lo tomó con calma. En las curvas, lo más difícil para aquellos que no están acostumbrados a estas máquinas (las fuerzas g tironean al piloto hacia los costados), trató de no excederse, pero en las rectas lo llevó al límite: pedal al piso, hasta la octava marcha y rebajando como un piloto profesional en los frenajes. “Bien frenado hacia la curva 11. La temperatura de los frenos se está elevando. Vamos a acelerarlo en la recta”, le comunicó el ingeniero de pista y Brad le hizo caso.
Una vez debajo del auto, Pitt transmitió sus sensaciones: “¡Qué emoción! Inolvidable. Ahora quiero subirme de vuelta. Todavía debo bajar a tierra y procesar todo. Qué auto, qué circuito, los frenos… Tendré que ver de qué forma meterme para hacerlo más veces”.
Así fue la experiencia de Brad Pitt manejando un Fórmula 1
Brad Pitt –
La experiencia de Brad Pitt en un McLaren de Fórmula 1
Crédito: F1.

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