Al final, la segunda ola de la pandemia era el Vacunatorio VIP

El viernes 29 de enero a las seis de la tarde, el legislador provincial Marcelo Cossar (UCR) anticipó su preocupación en torno a quiénes se habían vacunado en Córdoba. Pidiendo, entre otras cosas, y previo a la apertura de sesiones ordinarias en la Unicameral, que el gobernador Juan Schiaretti se vacunara al igual que lo habían hecho, hasta ese momento, el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La declaración de Cossar, hace casi un mes en el programa Aunque parezca Tarde (Punto a Punto 90.7) fue la primera en Córdoba que puso en duda qué había ocurrido con las dosis en Córdoba. Y fue la que anticipó un debate que, días más tarde, se daría en la Unicameral con el cruce entre el propio parlamentario radical y Francisco Fortuna, el jefe del bloque de Hacemos por Córdoba.

Lo que vino después fue, en Córdoba, la vacunación por parte de Schiaretti como lo pedían los opositores. Pero a nivel nacional, el mayor impacto político en el gabinete de Alberto F. se produjo con la declaración de Horacio Verbitsky que motivó la salida casi inmediata de González García. Los vacunados VIP dejaron afuera al titular de la cartera sanitaria, pero el modus operandi para la utilización de las dosis causaron un cimbronazo en los tres niveles de los estados: nacional, provincial y municipal.

En Balcarce 50, porque los disparos de fuego amigo entre albertistas y cristinistas ya no distinguen cargos ni rangos; da lo mismo un tiro por elevación a un integrante de la primera línea que un cruce en redes sociales. La desconfianza reina, el cristinismo puro -como así también algunos en el PJ más conservador- empiezan a ver a Fernández como “el De la Rúa peronista”. Y porque saben, además, que este golpe esmeriló fuerte al titular del Ejecutivo nacional.

Los de acá

El viernes por la tarde, después del escándalo a nivel nacional, a Córdoba también llegaron las esquirlas. Entre la clase política, los primeros nombres que saltaron fueron los del viceintendente Daniel Passerini (lo hizo en carácter de médico) y el legislador opositor Aurelio García Elorrio, en su rol de docente universitario.

Sin embargo, con el correr de los días, se conocieron casos de intendentes del interior, como el peronista Marcelo Eslava en San Francisco del Chañar; o el radical de Colonia Marina, Gerardo Cerutti.

La cronología de hechos continuó el lunes por la mañana con la presentación en la Justicia Federal por parte de la cúpula del Frente Cívico: el diputado Luis Juez y el senador Ernesto Martínez. Y el martes, en horas de la mañana; se conoció que el fiscal federal, Carlos Casas Nóblega, despacho en el que cayó la denuncia del juecismo iba a pedir a la Provincia que publique el listado de los vacunados en Córdoba.

No todo terminó ahí

En horas de la tarde del lunes, Cossar junto a las legisladoras Cecilia Irazusta (Coalición Cívica) y María Rosa Marcone (Encuentro Vecinal); cruzaron mensajes y datos en busca de una denuncia que terminaron haciendo pública ayer por la mañana.

En los despachos de los tres legisladores provinciales hubo hermetismo entre la tarde del lunes y ayer por la mañana cuando el tridente decidió hacer pública una nómina de 27 personas entre, funcionarios provinciales; municipales, legisladores, concejales, referentes religiosos y empresarios que, según los denunciantes, habrían sido parte de un vacunatorio VIP en Córdoba.

Entre los mencionados figuran Ignacio García Aresca y Adrián Walker, intendentes peronistas de San Francisco y Miramar, respectivamente; el concejal oficialista en Córdoba, Nicolás Piloni; el subsecretario de Deportes del Municipio, Medardo Ligorria; el empresario de medios, Gabriel Kloner; y dos legisladoras del oficialismo (Liliana Abraham y Alejandra Piasco).

Al respecto, dos de los denunciados -por ahora en los medios, ya que Irazusta confirmó ayer que ‘por el momento’ no habrá presentación en la Justicia- como Ligorria y Kloner salieron a objetar la acusación.

Ambos rechazaron la acusación, manifestaron que lo hicieron a través del CiDi (Ciudadano Digital), que sacaron turno y que se los notificó por mail. Y los dos sostuvieron, además, que fueron vacunados en el Centro de Convenciones Bustos como parte de los docentes mayores de 60 años.

En el oficialismo, desde donde hoy puede salir un nuevo cruce con la oposición en la Unicameral; un funcionario reconoció a este medio que “es una denuncia bastante floja de papeles”.

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