El más guachito terminó siendo Ferro

La derrota de Ferro se empieza a explicar a partir de los errores propios. No es cuestión de restarle mérito a un Güemes que hizo un buen estreno en la Primera Nacional. Para nada. Es una realidad. Cuando un equipo le facilita el triunfo a otro, la preocupación termina siendo mucho mayor. Y las fallas del Verde parecieran ser una continuidad de los último torneo Transición, en el que nunca logró ponerse de pie para pelear el campeonato. Cambió el técnico, hubo una fuerte depuración del plantel profesional, llegó la mano de Christian Bragarnik para imponer un nuevo proyecto futbolístico, y pocas cosas se modificaron dentro de la cancha. Para colmo, fue guachito…

La jerarquía de la presencia de Brian Fernández, Federico Fattori y Germán Rivero, algunos de los nuevitos que fueron titulares, ni siquiera alcanzó para modificar la ecuación. Es cierto que Diego Osella necesita tiempo para hallar el equipo ideal y ensamblar las piezas de un plantel totalmente diferente al de unas semanas atrás. Pero la falta de reacción fue notoria en Santiago del Estero.

En el primer tiempo, Brian armó dos buenas jugadas: un remate en el palo y un centro atrás que nadie llegó a conectar. No mucho más. No hubo conexión. No hubo paredes. No hubo chista. No hubo cambio de ritmo. No hubo… Encima, el Guacho se encontró en el inicio del complemento con la ayuda de Federico Costa. El arquero tuvo una noche para el olvido: su inseguridad le costó tres puntos a Oeste. Ojo, no es el único culpable.

Primero, Claudio Vega sacó un remate desde afuera del área y el 1 tuvo una floja respuesta. Y después, salió a cortar mal un centro rasante y Javier Bayk la terminó empujando.

Ferro tendrá que mejorar mucho si quiere luchar arriba. ¿Podrá?