Cuatro años sin Emanuel Balbo, la paradoja del fútbol cordobés

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Cuatro años sin Emanuel Balbo, la paradoja del fútbol cordobés

El estadio «Mario Kempes» fue escenario de un Belgrano-Talleres jugado sólo con una parcialidad. Y un joven fue empujado otros con los que compartía pasión, a su muerte.

La pelota sigue rodando, a veces más seguido y a veces de manera dispersa, pandemia mediante.

Pero con el fútbol como primordial protagonista, el estadio provincial “Mario Kempes” de la ciudad de Córdoba sigue siendo el «templo» para los deportes colectivos más convocantes.

Sin embargo, un recuerdo acecha recurrentemente: el de Emanuel Balbo.

El 15 de abril de 2017, el fútbol cordobés construyó su última y más llamativa paradojas: un homicidio en un partido en el que había hinchas de un solo club.

Hinchas cordobeses, con camisetas diversas, exigiendo Justicia

Aquella tarde, la tragedia fue llamada en pleno entretiempo. Era la temporada de regreso de Talleres a la máxima categoría.

Lo esperaba Belgrano, el local.

Una de las tribunas, la “Daniel Willington”, del sector norte, había sido destinada a “hinchas comunes” que no estaban asociados al club local, y allí concurrió Emanuel ese día, junto a un amigo.

Simpatizante del «Pirata» desde pequeño, con la fatalidad consumada se conoció un video en la previa de un partido, hablando con el programa semanal «Por Deporte».

Lo que embarró aquel hecho fue la premisa de que los incidentes eran obra de “inadaptados”, ubicados dentro de las ‘barrabravas’ de los clubes.

El grito de “gallina», aduciendo así que era hincha de Talleres, fue disparador suficiente para que sea perseguido y conducido a un trágico final.

El joven de 26 años fue empujado hacia su muerte hacia las escaleras de uno de los ingresos, y sus últimos momentos, mientras buscaba un escape bajando a toda velocidad los engañosos escalones, fueron pasados «en loop» en la TV cordobesa.

Mientras yacía en el piso, un simpatizante hasta le robó sus zapatillas.

Emanuel sufrió un traumatismo de cráneo irreversible, que lo llevó a fallecer en el Hospital de Urgencias, dos días después.

Antes del inicio del proceso judicial, su madre participó de un emotivo video con la idea de que «lo conozcan».

https://www.facebook.com/radiolaranchada/videos/351084608815932/

Pasados cuatro años del hecho, se sabe que durante 2019 el juicio condenó a los responsables.

Los quince años para Oscar “Sapito» Gómez, los recibió por ser considerado “instigador de homicidio agravado».

Gómez junto a su abogado, Carlos Hairabedián

Entre los partícipes necesarios hubo otras cinco personas que fueron declaradas culpables.

Así, Matías Oliva fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión, y el mismo camino siguieron Darío Vergara (11 años y 7 meses), Yamil Salas (7 años y 2 meses) y Pablo Robledo: (7 años y 2 meses).

El caso Hugo Acevedo fue particular.

Durante el juicio reconoció haber sido la persona que le sustrajo el calzado una vez que yacía en el suelo el cuerpo de Balbo.

Pidió disculpas, adujo que no se las llevó a su casa y recibió la pena por “hurto calamitoso”.

La familia superó con angustia a cuestas el proceso y sigue llorando su falta del mismo modo que a su hermano, Agustín, quien murió atropellado en medio de una picada de vehículos en 2012.

Aquel hecho, en el que intervino y por el cual también fue encontrado culpable “Sapito” Gómez, era el antecedente inmediato de la ‘bronca’ con Emanuel.

En Córdoba, su templo futbolero guarda una culpa impostergable, por su paradojal sentido.

Y es sabido que tener memoria, nunca está de más.