Al Gallo lo silenciaron. Había cantado dos veces, lo suficiente como para poder manejar el ritmo del partido o hasta esperar una chance de lastimar de contra. Pero se quedó, lo dejó vivo a Instituto y la Gloria agradeció. Así, el equipo cordobés, que no pudo ser dirigido por Mauricio Caranta (Covid-19), se llevó una parda con toda la facha de triunfo. Y con el valor agregado de que la remontada se le dio en condición de visitante.
Morón había sacudido inicialmente el marcador a través de Alan Salvador y amplió el número mediante Tobías Zárate. El sobrino de Mauro (futbolista de Boca) e hijo de Rolando, ex jugador de Vélez (entre otras instituciones) y actual representante, puso el 2-0 transitorio a los 10 minutos del segundo tiempo. Parecía que el Gallo se encaminaba hacia la victoria, aunque sólo parecía…
Instituto reaccionó muy rápido. Un ratito después del grito de Zárate, concretó el descuento Joaquín Mateo, uno de los que ingresó desde el banco. Empujado anímicamente, Instituto sintió que la igualdad era posible. Y hacia allí fue. El premio le llegó sobre el final con la anotación de Rodrigo Garro, otro de los ingresados. Decididamente, la dupla Miliki Jiménez-Capé Sarría acertó en los cambios.
