Hablan los referentes: cómo está y cómo sigue la salud privada tras la crisis Covid

Por Ariel Bogdanov

Tras la abrupta baja de casos de Covid-19 y la relajación casi por completo de las terapias intensivas que desde hace más de dos años estaban dedicadas exclusivamente a atender a pacientes con coronavirus, los distintos estamentos que componen el sistema de salud avizoraban un escenario un poco más calmo. Sin embargo, la coyuntura económica imperante en el país, profundizó problemas que se arrastraban desde la prepandemia y el sector enfrenta meses con fuertes desafíos.

Pablo Paltrinieri, Director Comercial del Hospital Privado, analizó la situación: “Estamos viendo que se confirma lo anunciado desde hace tiempo, el deterioro del sector y de las estructuras se sigue profundizando. Los motivos son varios: este es un sector de precios regulados por lo que no tenemos posibilidad de formar precios. La inflación es crítica y mortal para nosotros, además los índices que registramos son superiores al resto y eso nos genera un escenario muy crítico”, aseguró.

Paltrinieri dio cuenta de una situación que es paradójica: las clínicas afrontan momentos de intensa demanda, pero eso profundiza los problemas económicos de las instituciones. “A la grave inflación hay que sumarle el incremento de la demanda de servicios, por encima de lo esperado, dada la demanda contenida en los últimos dos años de pandemia. Eso hace que las clínicas trabajen al máximo nivel y genera que muchas estructuras estén revisando la posibilidad de seguir operando. Somos de los únicos sectores que nos fundimos trabajando más, me decían algunos colegas”, agregó.

“La salud hace 20 años que está en emergencia sanitaria, y no hubo ningún gobierno de cualquier signo político que pudiera solucionarlo”, completó.

En una línea similar, Juan Grass, Director del Hospital Italiano, comentó que “el sector quedó muy complicado  tras la pandemia ya que generó costos que no se acompañaron de los ingresos que recibimos por las prestaciones. El 2020 y el 2021 fueron años muy complejos, si bien hubo algunas ayudas, como las que brindó el Gobierno. Esto se sumó al hecho de que venimos de una emergencia sanitaria que lleva 20 años, y en la cual aún
no se ha solucionado la cuestión de fondo respecto a cómo financiar la salud”, detalló.

“La inflación hace que la situación sea bastante difícil porque tenemos aumentos de medicamentos mes a mes; además hay dificultades para conseguir insumos que escasean por las importaciones. Tenemos una escala salarial atrasada y en la sanidad hay sueldos bajos. Hubo un compromiso del Gobierno de seguir acompañando con ayudas salariales a través del Decreto 320, y del tratamiento de una ley que daba la posibilidad de recuperar el IVA no contributivo ya que a nosotros nos sobra muchísimo y esta ley nos permitiría pagar impuestos con ese IVA. Todo ese acuerdo no se ha firmado y estamos expectantes porque se rubrique”, cerró Grass.

En tanto que Rodrigo Fernández, Director del Grupo Fernández Oulton, consideró que la pandemia dejó un gran aprendizaje y también reveló una gran debilidad: «El sector privado y el público debieron aprender a convivir, se integraron. Quedó demostrado que se puede trabajar mancomunadamente. Hay que trabajar hacia una integración del sistema de salud. Sería una necedad perder esta oportunidad«, analizó.

Fernández señaló también que la pandemia dejó al descubierto muchas debilidades: «los sistemas de información no estaban adaptados, adecuados, nadie compartía las historias clínicas, no se sabía cuántas camas había».

Respecto a la situación actual, el empresario afirmó que el sector prestador hoy está muy castigado por la inflación. Los costos están creciendo extraordinariamente en el orden del 60 % y los ingresos en el orden del 30%. Es el sector más castigado y todo esto atenta contra la calidad del servicio. O las instituciones cierran o resignan calidad», cerró Fernández.

La mirada de las prepagas

Las empresas de medicina prepaga enfrentan sus propios desafíos. Si bien algunas erogaciones desaparecieron, los aumentos de precios jaquean al sector.

Gastón Ceballos, Gerente Comercial de Nobis al analizar el actual panorama señaló: “Puedo decir una buena y una mala. Los gastos médicos de Covid, internados, UTI, uso de drogas han desaparecido por completo. En ese sentido y en torno a la pandemia pareciera que se está volviendo a la normalidad”, destacó.

Lo negativo es la inflación: estos últimos años hemos pasado de un 40 y pico anual, a un 60% lo cual hace todo muy complejo: la negociación arancelaria con clínicas, el pago de los sueldos, los aumentos que el Gobierno autoriza a Superintendencia son lejos a los números de inflación. En este momento importa más la cintura de negociación de aranceles y precios, que la propia capacidad de gestión”, añadió el ejecutivo.

En torno a la gestión, Ceballos comentó que en el sector se están viendo acciones para enfrentar las dificultades como sacar nuevos planes, aumentar coseguros y restricción de servicios. “El afiliado termina pagando ese aumento de costos. Nosotros administramos fondos de tercero, pero la plata la ponen los afiliados. Es un sistema en el que perdemos todos. Los aportes nos entran 60 días más tarde y son 12 puntos de inflación. La voracidad del Gobierno y el impuesto inflacionario es monstruoso. Es realmente insostenible esta situación”.

Respecto a las perspectivas para el segundo semestre, Ceballos fue poco optimista. “Creo que nada va a cambiar, no tengo ninguna expectativa de que esto se vaya a estabilizar”.