Los medios públicos celebran con un ciclo especial las cuatro décadas de democracia

Figueras conduce este ciclo que sintetiza cuarenta aos de historia
Figueras conduce este ciclo que sintetiza cuarenta años de historia.

La Televisión Pública presentará este miércoles a las 22.30 “40 años de democracia”, un ciclo semanal que, con la participación especial de la agencia de noticias Télam, recorrerá los hitos de la historia argentina en democracia y contará con entrevistas a diferentes personalidades para reconstruir el pasado reciente de la mano del periodista Marcelo Figueras.

El programa se repetirá los domingos a las 22.30, entre mayo y noviembre de 2023, con el fin de celebrar las cuatro décadas ininterrumpidas de democracia y respeto a las instituciones en el país.

El ciclo hará un recorrido no cronológico con un informe central en cada episodio que abordará algún hecho de importancia histórica.

El segmento de la agencia Nacional de Noticias Télam apunta a revisar, a partir un gran trabajo de material de archivo, el abordaje que hicieron los medios de comunicación de diferentes acontecimientos y la construcción de la opinión pública en torno a hechos como el femicidio de Alicia Muñiz, las privatizaciones de empresas en la década del ’90, los primeros casos del virus HIV o el robo del Banco Río, entre otros hitos.

“En este repaso de 40 años de democracia, la información y también muchas veces la desinformación en todo este periodo, son pilares fundamentales para poder evaluar las fortalezas y debilidades de la calidad democrática que construimos”, afirmó la presidenta de Télam, Bernarda Llorente.

Programa especial de los medios públicos sobre los 40 años de Democracia.

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Explicó que “Télam, mediante un segmento incluido en el programa, muestra el tratamiento mediático que recibieron distintos acontecimientos que marcaron y atravesaron nuestra vida política, económica y social” y agregó que “analizar el tratamiento de las noticias arroja cierta luz sobre el pensamiento de una época y el grado de influencia de los medios sobre la interpretación de la realidad”.

Algunos de los invitados e invitadas relevantes del ciclo son el activista por los derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel; el exjuez Eugenio Zaffaroni; la hermana de José Luis Cabezas, Gladys Cabezas; la abogada Graciana Peñafort; el fiscal Federico Delgado; la defensora del público Miriam Lewin; la actriz Cecilia Roth, el músico Gustavo Santaolalla, la cantante Hilda Lizarazu así como Llorente.

También habrá distintas secciones en las se recordarán momentos importantes de la historia política, social, cultural, musical y deportiva del país.

Además, el ciclo incluirá testimonios de hombres y mujeres, como protagonistas de los hechos, con material de archivo de invaluable importancia histórica.

El staff del envío incluirá a un equipo de jóvenes periodistas integrado por Rocío Criado, Manuela Irianni y Alan Longy, quienes tendrán a cargo la investigación y presentación de los informes.

“40 años de democracia” contará además con una trivia que invitará a recordar a quienes fueron autores de algunas de las frases más emblemáticas pronunciadas durante el período.

poder real quiere despojarnos de los derechos que hemos ido adquiriendo desde que declaramos nuestra independencia

Marcelo Figueras: “Debemos recordar que la democracia es innegociable”

El periodista y conductor del ciclo“40 años de Democracia” se refirió al programa y advirtió que el “poder real” quiere despojar a la ciudadanía de “los derechos que hemos ido adquiriendo desde que declaramos nuestra independencia”.

Télam: ¿Por qué es importante, en 2023, que los medios públicos lleven adelante el trabajo periodístico de recuperar el valor que tiene la democracia en nuestro país?
Marcelo Figueras:
Vivimos en un contexto geopolítico mundial que ataca al sistema democrático en todas partes, porque las corporaciones y las grandes fortunas individuales ya no toleran la idea de ser reguladas y de atenerse a la ley general. Y para empeorar la cosa todavía un poco más, en nuestro país las generaciones jóvenes no conocen otro sistema político que este. En consecuencia le achacan todas sus desgracias, lo cual es lógico porque la democracia viene fallando, durante estos últimos años, a la hora de garantizar derechos elementales. (Por ejemplo a un sueldo justo y a la vivienda, por mencionar apenas dos.) El tema es que, por su edad, carecen de contexto para entender qué es lo que ocurre cuando no hay democracia. Que es exactamente lo que prometen las alternativas políticas que quieren llegar a la Rosada en octubre: chau sindicatos, chau jubilación, chau trabajo estable, chau indemnización, chau educación y salud públicas, chau libertad de expresión. Los que tenemos más edad y conocimos otros regímenes sabemos que estas políticas no son una opción, porque van en contra de la voluntad popular — que no es algo que se agota el día de las elecciones, por cierto. Por eso es fundamental que el Estado ilumine a las nuevas generaciones, contándoles lo que pasa cuando la única ley que rige es la del más fuerte. Y ayudándolas a entender que, aún maltrecha como lo está hoy, la peor de las encarnaciones democráticas es infinitamente mejor que la más fulgurante de las autocracias.

T: “La memoria pincha hasta sangrar, a los pueblos que la matan, y no la dejan andar, libre como el viento”, dice la canción. ¿Por qué es importante mantener viva la memoria y qué relevancia tiene la misma en la construcción democrática?
M.F.:
Ya lo decía Shakespeare en La tempestad: “Lo que es pasado es prólogo”. Aquel pasado del que no sos consciente, que no pensaste y al que no comprendiste, es simplemente el comienzo de la historia que explica por qué te pasará lo que te va a pasar sin que puedas evitarlo. Sin experiencia, la especie humana debería empezar desde cero con cada nueva generación. Pero como la experiencia existe y la historia la recoge, podemos retomar la cosa allí donde la dejó la generación pasada y aspirar a ir más lejos. De otro modo, nos condenamos a nosotros mismos a repetir los errores de nuestros antecesores. Y en nuestro pasado, más que errores hay horrores. Por eso mismo debemos recordarnos que la democracia —hasta que aparezca un sistema superador, al menos— es innegociable, algo que el pueblo argentino juró hace años que no dejaría que se le arrebatase nunca más.

T: ¿Cuál es tu visión respecto a los discursos de odio y las fake news, al impacto que tienen hoy en la calidad democrática y el acceso a la información veraz?
M.F.:
Existe una movida anti-política a escala mundial, cuyo objetivo es relativizar todas las certezas sobre las que fundábamos nuestra identidad, salvo una: nuestra condición de consumidores. Todo lo demás es cuestionado: la democracia, la política (¡con esos candidatos que parecen comediantes antes que servidores públicos!), la información (¡con esos programas periodísticos que parecen reality shows!), el imperio de la ley, la condena social ante toda forma de violencia. El problema es que la diferencia entre ser ciudadano y ser consumidor es abismal. Un ciudadano es el beneficiario de una enorme cantidad de derechos, que el Estado le garantiza. Un consumidor vale tan sólo en la medida de lo que puede pagar. Y el programa político que la derecha propugna hoy advierte que los que van a quedar en condiciones de comprar algo que preserve su dignidad van a ser pocos, poquísimos. Por eso hay que volver a defender nuestra condición de ciudadanos, que entre infinidad de cosas depende de nuestra capacidad de estar informados de manera fidedigna.

T: ¿ Podrías resumir brevemente cómo es el proceso periodístico para elegir los hitos que se van a recorrer en el programa, y algunos nombres de los entrevistados y entrevistadas que veremos a lo largo del ciclo?
M.F.:
La decisión de qué temas incluir en el sumario de un ciclo de estas características, como todo sumario, es siempre subjetiva y parcial. De todos modos hemos intentado abarcar los momentos y hechos mas destacados y trascendentes de los últimos 40 años. Hechos políticos, culturales, sociales y deportivos, intentando que sus propios protagonistas den testimonio, desde la mirada del presente, de cómo sucedieron. En concreto, la decisión de la elección del contenido periodístico está determinada por cómo han modificado positiva o negativamente a nuestra sociedad y como afectaron o fortalecieron a nuestra democracia.  La lista de entrevistados es larguísima, pero por nombrar algunos: Eugenio Zaffaroni, León Arslanián, Alberto Corach, José Luis Manzano, Luis Moreno Ocampo, Graciela Fernández Meijide, Graciana Peñafort, Marcelo Piñeyro, Taty Almeida, Sergio Wischñewsky, Bruno Stagnaro, Armando Bocco, Julia Strada, Alfredo Zaiat, Mercedes Marcó del Pont, Felisa Miceli, Adolfo Pérez Esquivel, Alberto Kohan, Aníbal Ibarra, Ángela Lerena, Carlos Belloso, Dora Barrancos, Eduardo Aliverti, Federico Delgado, Ezequiel Fernández Moores, Bernarda Llorente, Carlos Ulanovsky, Gustavo Santaolalla, Ingrid Beck, Jorge Fontevecchia, Lita Stantic, Maco Somigliana, Oscar Parrilli y Pablo Llonto.

T: ¿Considerás que nuestra democracia está en riesgo?
M.F.:
Sí, y del modo más alarmante. El poder real quiere despojarnos de los derechos que hemos ido adquiriendo desde que declaramos nuestra independencia. Y para lograrlo —para quedarse con una porción mayor de nuestros ingresos, para que empecemos a pagar hasta por aquello que fue público durante décadas— necesita cargarse la democracia. Eso es algo que no podemos permitir. 40 años no puede ser la cifra total de este proceso histórico. Estos deberían ser, más bien, los primeros 40 años de una democracia argentina que aspira a ser ejemplo para el mundo — un faro.

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