Se trata de aprovechar las persianas y cortinas. Todas las ventanas que tengas en casa, pueden ser un medio de entrada para el calor. Puedes recibir luz directa del sol en el comedor, en la cocina o en cualquier otro lugar. ¿Qué ocurre con esto? Inevitablemente, la temperatura va a aumentar y tendrás que usar el aire acondicionado a mayor potencia para contrarrestarlo.
Usa persianas para frenar el calor
¿Por qué las persianas pueden ayudar a ahorrar energía en verano? El motivo es porque actúan como aislante. Es decir, van a impedir que entre más calor de fuera. Es lo mismo que ocurre en invierno, cuando bloquean la entrada de aire frío. Por ello, simplemente un gesto tan sencillo como bajar las persianas en los momentos del día en los que hace más calor fuera, va a ayudarte.
Especialmente, esto es útil cuando no estás en casa. Piensa en un día habitual en el que salgas de casa por la mañana, vas al trabajo y no llegas de nuevo hasta por la tarde. Si dejas las persianas subidas, durante todo el día ha podido entrar calor. En cambio, si las dejas bajadas, podrás lograr que, al menos, entre menos.
El aire acondicionado lo que hace es alcanzar una temperatura deseada. No es lo mismo bajar de 28 grados a 26, por ejemplo, que hacerlo desde 30 o 32. Cuanto más tenga que bajar la temperatura, más recursos va a consumir y mayor será el gasto de energía. Por tanto, si has tenido las persianas cerradas durante el día, cuando pongas el aire acondicionado tendrá que funcionar a menos potencia.
La domótica, una opción
Pero no solo debes tener en cuenta la opción de utilizar persianas tradicionales o cortinas; vas a poder también hacer uso de la domótica. Esto permitirá controlar, incluso sin estar en casa, cuándo se sube o baja una persiana. Puedes programarlo, elegirlo de forma manual, ajustarlo en función de la temperatura…
Hay aparatos que puedes comprar y que se conectan al router, además de ajustarlo a la persiana. Solo con pulsar un botón en el móvil, vas a poder decidir cuándo subir o bajar la persiana. Por ejemplo, si estás fuera de casa y ves que hace mucho calor y el sol calienta bastante, puedes optar por bajar la persiana para que la habitación no tenga tanta temperatura a tu llegada.
En definitiva, como ves puedes ahorrar energía en verano si utilizas las persianas que tienes en casa. Van a ser útiles para reducir el calor dentro de casa y, de esta forma, no tendrás que usar el aire acondicionado a tanta potencia. Vas a poder gestionar mejor la temperatura y evitar un consumo excesivo. Si utilizas la domótica, siempre puedes crear un mapa de calor del Wi-Fi para saber dónde debería potenciar la señal.