No fue magia, pero sí fue mágico. Fue pura realidad. Fue puro esfuerzo. Fue pura determinación. Nueva Chicago es cosa seria jugando en Mataderos y lo volvió a demostrar. Esta vez tuvo que sufrir, tuvo que luchar y tuvo que apelar al sacrificio. Empezó perdiendo contra Gimnasia de Mendoza, aunque lo dio vuelta de manera agónica por la aparición de Iván Maggi para el delirio de sus hinchas.
Está claro que el Torito debe mejorar en condición de visitante, condición en la que no ganó en el campeonato (3PE y 4PP), si desea dar batalla en la parte alta de la Zona B. Sin embargo, el poderío que viene reflejando en su rodeo da muestras de lo que es capaz, ya que con el 2-1 cosechó 21 de los 24 puntos que puso en juego en su casa.
El duelo se le hizo cuesta arriba a partir de la apertura del marcador de Nazareno Solís. El local no podía entrarle a su rival y, como si fuera poco, el ex Boca sacó provecho de un rebote para que el Lobo se pusiera en ventaja y dejara mudos a todos los fanas de Chicago.
En el complemento, Andrés Montenegro metió mano en el equipo, buscó variantes para alterar el curso del encuentro y halló respuestas. Sin sobrarle mucho desde lo futbolístico, los jugadores nunca bajaron los brazos y fueron decididos por la igualdad, la cual llegó por un cabezazo de Facundo Castro, el goleador del conjunto con cinco tantos en la temporada.
Y cuando parecía que debía conformarse con un puntito, el Torito se topó por el triunfo. Acorraló a Gimnasia, lo puso contra las cuerdas y Maggi se encontró con la pelota en el segundo palo para empujarla a la red a los 43 minutos del ST. Ahí, los jugadores del Lobo estallaron pidiendo posición adelantada ante un posible desvío de Castro. Igual, más allá de la polémica, Chicago tuvo su cierre Maggi…co.
La polémica
Todo Gimnasia de Mendoza le terminó protestando a Felipe Viola. Todos pidieron la posición adelantada de Iván Maggi en el gol agónico de Nueva Chicago para quedarse con los tres puntos. Sin embargo, Facundo Castro, hombre clave en la jugada, indicó que no interfirió en el juego. “No llegó a tocarla. La voy a buscar pero no la toco”, indicó el delantero.
La presencia del 9 fue clave, ya que en caso de no haber impactar el balón antes del 2-1, el 20 estaba habilitado.
Qué polémica.
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