Desde que asumió el gobierno, Javier Milei ha implementado varias normativas que impactan directamente al sector de las prepagas y obras sociales en Argentina. En medio de un contexto económico complejo, estas medidas han generado opiniones divididas entre los actores del sistema de salud. Gastón Ceballos, gerente general de Nobis, comparte su análisis sobre las políticas recientes y cómo la desregulación del sector podría afectar a la industria y a los usuarios.
Un marco de trabajo en transición
Ceballos destaca que desde principios de año, el gobierno ha emitido diversas normativas, algunas acertadas y otras que, según su visión, requieren mayor evaluación. «El gobierno está intentando, de forma muy libertaria, crear un marco de trabajo donde todo lo que esté dentro de ese marco sea regulado, pero fuera de ese marco, nada», explica. En ese sentido, en las últimas semanas se establecieron regulaciones sobre qué servicios mínimos deben garantizar las prepagas y obras sociales, además de la necesidad de proporcionar información clara y accesible a los usuarios.
«Me parece correcto que se esté impulsando la transparencia hacia el usuario. Ahora, el ciudadano puede acceder a información clave como las cartillas, los cuadros de cobertura, los planes, las exclusiones, y los copagos a través de la página web de la Superintendencia de Servicios de Salud«, resalta Ceballos. También menciona que es fundamental que el usuario sepa cuáles son las prepagas y obras sociales correctamente autorizadas para operar en el país.
Un año de cambios y desafíos para Nobis
En cuanto a la situación actual de Nobis, Ceballos detalla que han logrado mantener un crecimiento del 15%. Sin embargo, reconoce que el mercado ha sido inestable. «De marzo a mayo, el padrón de afiliados se estabilizó, pero sabemos que otras prepagas han perdido entre el 4% y 6% de su cartera. Esto se debe, en gran medida, a la situación laboral del país», explica.
Ceballos subraya que el 65% de las personas que perdieron su cobertura privada lo hicieron porque quedaron desempleadas. «El sistema de salud argentino es procíclico. Si hay empleo en relación de dependencia, hay más personas con cobertura médica. Mientras el país no genere empleos de calidad, lamentablemente la ciudadanía seguirá perdiendo acceso a la medicina privada», reflexiona.
La inflación y su impacto en las prepagas
El ejecutivo también se refirió a la situación inflacionaria y cómo ha afectado a las prepagas. «El año pasado, la inflación fue del 210%, mientras que las prepagas sólo pudieron aumentar un 136% de acuerdo con las autorizaciones del gobierno. Esto, por supuesto, generó tensiones, pero al menos la relación con los prestadores era transparente», sostiene.
Este año, según Ceballos, los aumentos han estado más alineados con la inflación, lo que ha permitido una mayor estabilidad en los costos. Sin embargo, advierte que si la inflación no se controla y no se mejoran las condiciones laborales en el país, el sistema de salud privado seguirá enfrentando dificultades.
El futuro de la desregulación en el sector salud
Con respecto a la posible desregulación total del sistema, una de las propuestas del gobierno de Milei, Ceballos expresa cautela. «Si bien la libertad en el mercado puede tener beneficios, es necesario que el Estado establezca ciertos lineamientos mínimos para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a un sistema de salud de calidad, ya sea en el ámbito público o privado», concluye.




































