Concluido un 2024 marcado por profundos ajustes económicos, el panorama de Argentina comienza a dar señales de estabilización. Sin embargo, los desafíos estructurales y las consecuencias sociales del ajuste plantean interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento. En este contexto, la economista Gisela Veritier, realizó un balance de lo que dejó el 2024 y las perspectivas de la economía durante 2025.
«El 2024 fue un año de transición, donde se implementaron medidas necesarias, aunque duras, para corregir desequilibrios acumulados por años«, señaló Veritier. Con optimismo moderado, explicó que el próximo año presenta oportunidades importantes para sectores clave como la agroindustria, la minería y la energía, siempre que se logren superar los problemas estructurales que limitan el desarrollo del país.
2024: Ajustes profundos para estabilizar la economía
Veritier definió el 2024 como un año de «fuertes ajustes macroeconómicos» necesarios para corregir inconsistencias acumuladas durante años. Estas medidas, aunque estabilizadoras, tuvieron un alto costo social y afectaron la economía real.
Medidas implementadas:
- Plan de desinflación:
Según Veritier, el plan del gobierno se basó en «dos anclas fundamentales: un superávit fiscal alcanzado a fin de año y un tipo de cambio controlado». Estas políticas lograron reducir la inflación, que cerró diciembre en 2,7%, aunque la cifra anual alcanzó el 110%.
“La desinflación fue un logro importante, pero el ajuste fiscal y la eliminación de la emisión monetaria tuvieron un impacto muy fuerte en el consumo y la actividad productiva”, señaló. - Crawling peg:
Después de una devaluación inicial en diciembre de 2023, el gobierno implementó una estrategia de ajustes mensuales del tipo de cambio en un 2%, muy por debajo de la inflación. Veritier explicó que “esta medida permitió anclar expectativas, pero a costa de una competitividad limitada para los exportadores”. - Reformas estructurales:
La modificación de la ley de alquileres y una férrea política fiscal fueron clave para romper la inercia inflacionaria. “Se atacaron problemas de larga data, pero las medidas todavía no se reflejan en el bolsillo de la gente”, afirmó.
2025: Desafíos y oportunidades
Para este año, Veritier proyecta un panorama más alentador, con indicadores económicos que anticipan estabilidad y crecimiento. Sin embargo, enfatizó que las restricciones estructurales del país podrían limitar el progreso si no se abordan de manera efectiva.
Proyecciones destacadas:
- Inflación y empleo:
El Banco Central estima que la inflación podría cerrar en torno al 25% y que la desocupación caería por debajo del 7%. Para Veritier, esto dependerá de que “la política fiscal y monetaria se mantenga en línea con el plan de desinflación actual”. - Sectores dinámicos:
La economista identificó la agroindustria, la energía y la minería como sectores clave para impulsar el crecimiento. “Litio, cobre, Vaca Muerta y las energías renovables serán los grandes protagonistas de la economía en 2025”, destacó. - Reactivación de la construcción:
Con el retorno del crédito hipotecario y la inversión en infraestructura, se espera que el sector recupere dinamismo. Veritier señaló que “la clave estará en mantener una política de largo plazo para estimular el desarrollo habitacional y generar empleo”.
Desafíos estructurales:
- Cepo cambiario:
Uno de los principales obstáculos es la persistencia de las restricciones cambiarias, derivadas de las reservas negativas del Banco Central. “Levantar el cepo será posible solo si se logra una convergencia entre la inflación y la devaluación, además de un aumento significativo en las reservas”, aseguró. - Consumo y poder adquisitivo:
Aunque la inflación en descenso permitirá una paulatina recuperación del consumo, Veritier advirtió que “la pérdida de poder adquisitivo acumulada en los últimos cinco años ha sido brutal. Recuperar el salario real llevará tiempo”.
El dólar y su impacto en la competitividad
El control del tipo de cambio fue un pilar en el plan de desinflación, pero Veritier alertó sobre los riesgos de un dólar apreciado. “El tipo de cambio real multilateral está en niveles similares a los de 1997 y 1999, lo que pone en peligro la competitividad de nuestras exportaciones si no se ajusta adecuadamente”.
Clima de negocios e inversiones extranjeras
La economista destacó la importancia de atraer capital extranjero para reactivar la economía. “Argentina necesita mantener un riesgo país competitivo, fomentar créditos productivos y regular la tasa de interés para normalizar el mercado de crédito”, afirmó. Además, resaltó las negociaciones en curso para atraer empresas de tecnología e inteligencia artificial, aunque reconoció que “la infraestructura digital limitada requiere una inversión significativa para ser competitiva a nivel internacional”.
Asunción de Trump y su impacto en Argentina
La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos genera incertidumbre para las economías emergentes, pero Veritier considera que podría ser una oportunidad para Argentina. “Si el gobierno argentino logra mantener buenas relaciones, podríamos obtener fondos frescos del FMI y fomentar inversiones norteamericanas en sectores estratégicos”, indicó.
Finalmente se mostró cautelosamente optimista sobre el futuro económico del país. “El 2025 tiene el potencial de ser un año de reactivación económica, siempre y cuando se mantengan las condiciones actuales y se aborden los desafíos estructurales”. Según la economista, la combinación de un control de la inflación, un tipo de cambio estable y políticas económicas prudentes será clave para consolidar la recuperación y mejorar el bienestar de los argentinos