Nadie imaginaba este presente de Nueva Chicago. Después de un 2024 en el que se quedó en la puerta de jugar la final por el primer ascenso a la Liga Profesional (o mejor dicho, a un gol: Brown de Adrogué se lo empató en la última jugada y no pudo quedar puntero), el corriente torneo lo sitúa en un momento precoupante.
Es que, tras la caída ante Temperley de este lunes, el Torito profundizó su crisis futbolística. Quedó a cinco puntos de la zona de descenso directo en la Zona B, y de yapa, se quedó sin entrenador: En las últimas horas, se anunció que Walter Perazzo no continuará al mando del plantel.
El deté de 62 años dirigió apenas 13 partidos en su segundo ciclo en Chicago: logró tres triunfos, cuatro empates y seis derrotas. De esta manera, el conjunto de Mataderos cambió de técnico dos veces antes del cierre de la primera rueda. El anterior fue Rodrigo Braña, que apenas duró cuatro encuentros (uno de ellos por Copa Argentina).
¿Ya hay reemplazo?
Como es costumbre cuando se va un técnico, comienza la danza de nombres. Ante la necesidad de dar vuelta la página, la CD está en busca de uno que ocupe el lugar de Perazzo. Y ya hay alguien que empieza a sonar fuerte en los pasillos de Mataderos…
Se trata de Gastón Lotito, quien viene de un paso por Olimpo de Bahía Blanca. En el conjunto que milita en el Federal A, dirigió 17 partidos durante los ocho meses que estuvo en el banco: siete triunfos, seis empates y cuatro derrotas. Lo cierto es que hay negociaciones, pero aún no hay nada cerrado.
Se le viene una final
Si hay algo que puede sumar preocupación a la falta de entrenador en este momento, es el partido que tiene Chicago por delante. Claro, porque a pesar de que el próximo fin de semana hay un parate por el cambio de rueda, el Torito todavía tiene un encuentro que jugar.
Se trata del match correspondiente a la fecha 15 de la categoría, en la que debía recibir al CADU, rival directo en la zona baja. Es que claro, en este momento, el conjunto de Zárate ocupa el anteúltimo lugar de la zona (puesto de descenso), y se ubica tan solo a cinco puntos de los de Mataderos, por lo que una caída acortaría distancias.
Aquel partido, que estaba pautado para el viernes 16 de mayo, no se pudo jugar por las fuertes lluvias que azotaron Buenos Aires durante esos días, que causaron el deterioro de varias canchas del Ascenso, incluida la de Chicago.

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