Por qué la salida del cepo no trajo estabilidad ni crecimiento, según Cavallo

El ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, vuelve a poner el foco en los desafíos macroeconómicos del país y lanza una advertencia: sin una eliminación total del cepo cambiario ni reglas claras en política monetaria, será difícil consolidar un escenario de estabilidad y crecimiento sostenido.

En un nuevo informe, Cavallo analiza las razones por las que aún no se han materializado los efectos positivos que él mismo preveía tras la salida parcial del cepo, e insiste en que el gobierno debe profundizar su estrategia para alentar la inversión y la entrada de capitales.

Un pronóstico a medias

En diciembre de 2024, Cavallo había afirmado que salir del cepo no tenía por qué ser inflacionario. “Seguramente habrá un salto cambiario, pero ello no significa que se vaya a interrumpir el proceso de desinflación. Por el contrario, podría consolidar la estabilidad y la recuperación del nivel de actividad económica”, sostenía entonces.

El tiempo le dio parcialmente la razón: el salto cambiario se produjo, pero no se trasladó significativamente a los precios. Sin embargo, la esperada mejora en los indicadores de estabilidad y crecimiento no ocurrió. “El nivel de actividad se estanca, el riesgo país sigue alto, y no mejoró el saldo externo ni la entrada de capitales”, señala ahora.

¿Qué falló?

Para Cavallo, el problema radica en una liberalización incompleta y en la falta de incentivos claros para las empresas y entidades financieras. “Todavía persiste la inconvertibilidad del peso para el sector corporativo, lo que genera temor a quedar atrapados en futuras restricciones y desalienta la inversión”, explica.

Además, observa que las decisiones de política monetaria son difíciles de entender para los actores económicos. “Desde la introducción del concepto de base monetaria ampliada hasta los cambios en los instrumentos como LEFIs y pases, el manejo discrecional ha contribuido a la volatilidad”, argumenta.

El rol de las reglas

Cavallo recupera una idea central del pensamiento de Milton Friedman y la escuela de Chicago: la necesidad de reglas claras por sobre la discreción. Según explica, la previsibilidad en materia cambiaria y monetaria es clave para generar confianza y estabilizar expectativas.

“El gobierno debe establecer un sistema coherente y comprensible, donde los operadores puedan anticipar los pasos hacia los objetivos. La falta de claridad frena la expansión económica que se esperaba tras la eliminación parcial del cepo”, afirma.

Una “competencia de monedas” bien regulada

En línea con el modelo que promueve el presidente Javier Milei, Cavallo defiende la idea de un sistema monetario con competencia de monedas, similar al peruano. Para que funcione, asegura, deben eliminarse totalmente las restricciones a la compraventa de divisas y garantizarse la convertibilidad operativa del peso.

El Banco Central podría controlar la expansión del crédito en pesos y dólares mediante encajes y operaciones de mercado abierto. Así, ante shocks externos, podría manejar con flexibilidad la política monetaria sin necesidad de agotar reservas”, explica.

Reglas y confianza, el camino pendiente

El diagnóstico de Cavallo es claro: la economía argentina no logrará consolidar un sendero de estabilidad y crecimiento mientras mantenga restricciones parciales y un manejo discrecional de la política monetaria.

Según su visión, aún es posible revertir la incertidumbre actual si el gobierno avanza decididamente hacia un régimen de competencia de monedas, con reglas previsibles y condiciones que alienten el ingreso de capitales productivos.

La energía expansiva de la eliminación del cepo está latente. Pero para activarla, hay que generar confianza. Y la confianza no se impone: se construye con reglas claras y decisiones consistentes”, concluye el economista.