Con una sesión áspera y vallada por la protesta de taxistas y remiseros, el Concejo Deliberante de Córdoba dio luz verde a un nuevo marco normativo para los servicios de transporte contratados vía plataformas electrónicas. El oficialismo retiró del texto el cupo fijo de 4.000 vehículos que había detonado el conflicto con las apps, y lo reemplazó por una cláusula que faculta a la Secretaría de Gobierno (Subsecretaría de Movilidad y Tránsito) a establecer la cantidad de unidades habilitadas según criterios “objetivos” de población y demanda.
El dato de mercado que empujó el cambio no es menor: Uber estima que hoy hay unos 20.000 conductores que completan al menos un viaje por mes en la ciudad. Con un techo de 4.000, 15.000 socios conductores hubieran quedado afuera de la plataforma, con impacto directo en tiempos de espera, precios y cobertura territorial. Voceros de la compañía alertaron que la poda habría excluido a unos 15.000 conductores de la base activa.
Más allá del cupo, la norma introduce parámetros económicos y operativos relevantes para el negocio. En tarifas, fija un Valor Mínimo Obligatorio que nunca puede ser inferior al boleto del transporte urbano y habilita un Valor Dinámico informado al usuario antes de cada viaje: un esquema mixto que blinda un piso y deja jugar la demanda en picos horarios o eventos.
En requisitos, los vehículos deberán tener antigüedad no mayor a 10 años, ITV aprobada, aire acondicionado, baúl con capacidad mínima y identificación visible de la empresa. Los conductores, a su vez, deberán contar con licencia D1, ART o seguro de accidentes personales, certificados de antecedentes y registración fiscal-municipal. Las empresas tendrán que inscribirse en ARCA, Rentas y Comercio e Industria, fijar domicilio legal en Córdoba y acreditar póliza de seguros. El régimen prevé sanciones en UEM y causales de inhabilitación.
Un matiz político-gestional que no es menor: el texto aprobado define al servicio como “privado de interés público” y encuadra a las plataformas como entornos informáticos (nacionales o extranjeros) que conectan conductores y usuarios bajo fiscalización local. Además, habilita que los “autos de alquiler con chofer” (licencias existentes) puedan incorporarse a las apps cumpliendo condiciones, un puente para amortiguar la transición del sistema tradicional.
¿Qué cambia en el tablero competitivo? Primero, se despeja la restricción más ríspida (el tope explícito), que para las plataformas era inviable en una operación con alta rotación y estacionalidad de oferta. Segundo, se abre un riesgo regulatorio: la cantidad de autos podrá definirse por acto administrativo. Si el Ejecutivo ajusta demasiado el dial, volverá la discusión por precios y tiempos de espera; si lo deja demasiado laxo, crecerá la presión de taxis/remises por supuesta “competencia desleal”. La reacción inicial del municipio fue política: el viceintendente intentó bajar el tono y aseguró que la norma “no será una desventaja” para los taxistas y remiseros, prometiendo condiciones parejas de control.
Para el usuario final, la combinación de piso tarifario (anclado al boleto) y precio dinámico anticipa un esquema similar al que ya funciona en grandes ciudades: viajes más previsibles en horas valle y subas temporarias cuando la demanda explota. Para el chofer, el standard técnico y documental supone costos de cumplimiento (ITV, seguros, D1, ART) pero también certeza jurídica frente a operativos y multas que caracterizaron la “zona gris” de los últimos años.
Que dijeron desde Uber
“La regulación aprobada por el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba es un decisivo paso hacia adelante y deja atrás un conflicto innecesario de más de seis años. Desde Uber celebramos la apertura al diálogo que ha sido positiva, como también lo es el resultado de ese diálogo, del cual pudimos participar.
Si bien resta la adecuación e implementación final, vamos a dedicar nuestros esfuerzos en apoyar a quienes hoy manejan con la app y quieren seguir haciéndolo, para que todas las personas que eligen moverse con Uber puedan seguir llegando a su destino. Desde Uber, creemos en una movilidad integrada, que amplíe el acceso a oportunidades económicas y respete la libertad de las personas para elegir cómo moverse”, señaló Juan Labaqui, Director de comunicación de Uber para Cono sur.