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Completa, la única conferencia de Los Redonditos de Ricota
Corría 1997 y la Municipalidad de Olavarría suspendió el show que la banda debería brindar. Fue entonces cuando, encabezados por el «Indio» Solari, la banda enfrentó los micrófonos.
«Cada uno es dueño de escatimar por lo que le ha sido arrebatado… a esta fiesta se la robaron a ellos, nuestros seguidores», se escuchó en la voz que salía de aquel ser de lentes oscuros e inmensas cejas.
Frío, calculador y con detalles, el líder de la banda defendió a su público y lamentó lo que se perdieron: «Le avasallaron un derecho».
El contacto con la prensa no fue, en la historia ricotera, una constante ni mucho menos. Pero aquella noche del 17 de agosto se hicieron presentes en la sala de ocasión del hotel Savoy de la localidad bonaerense.
Acusando al intendente, el radical Helios Eseverri, como responsable de una suspensión intempestiva y a pocas horas del show, se encargó de realzar la imagen del presidente del Club Estudiantes, Carlos Víctor Portarrieu, donde iba a tener lugar. Se trata del mismo hombre que había sido presidente comunal y que tras su muerte fue homenajeado poniéndole su nombre al aeropuerto local.
En la charla, señaló: «Hay un grado de demencia muy grande, como es que esto sea parte de los noticieros nacionales. Pero lo grave es que esto es una prohibición, y sin justificación».
Solari estuvo acompañado del saxofonista Sergio Dawi, el bajista Semilla Bucciarelli, más el guitarrista Skay Beilinson y la Negra Poli, la mánager del grupo.
