La semana pasada fue demoledora para el mercado financiero de Córdoba. El martes, por orden del juez federal N°3 Miguel Hugo Vaca Narvaja y a pedido del fiscal Carlos Casas Nóblega, fue detenido Aníbal Casas Arregui (foto), presidente de S&C Inversiones, secretario de la Bolsa de Comercio de Córdoba y figura clave en el engranaje financiero local y nacional. Junto a él también fue apresado Jerónimo Clementi (foto) y otras nueve personas fueron imputadas por los delitos de intermediación financiera ilegal y asociación ilícita.
La Justicia sospecha que, en una oficina en pleno centro de Córdoba, operaba una financiera clandestina —una “cueva”— desde donde se habrían realizado transacciones fuera del marco regulado por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Banco Central.
El caso golpea de lleno al círculo rojo cordobés: Casas Arregui no era un operador menor, sino uno de los nombres más relevantes del ecosistema empresario. Bajo su liderazgo, S&C se consolidó como la principal sociedad de bolsa de Córdoba y una de las diez más importantes del país en volumen operado. Además, es un referente en el financiamiento para pymes, impulsando emisiones de Obligaciones Negociables (ON) y asesorando a empresas que buscaban acceder al mercado de capitales.
El sacudón en la City cordobesa
Entre operadores financieros y colegas del sector, la detención de Casas Arregui generó sorpresa y preocupación. “Es uno de los jugadores más grandes de Córdoba y el país, al punto de que Bancor mismo es cliente de S&C”, relató a este medio un productor de la plaza local, que pidió reserva de su nombre. A mediados de agosto, por caso, S&C Inversiones fue uno de los agentes colocadores de la emisión por US$33 millones de Obligaciones Negociables de Bancor, que volvió así al mercado de capitales.
Con todo, ese operador explicó que los activos de los inversores no corren riesgo directo porque se encuentran custodiados en caja de valores, lo que garantiza que no se mezclen con el patrimonio de la sociedad de bolsa. “No hay un riesgo patrimonial para los inversores. El problema está en el golpe reputacional que recibe S&C: muchos clientes, frente a la incertidumbre, ya están pidiendo mover sus cuentas hacia otros puestos de la Bolsa”, agregó.
Ese movimiento puede tener consecuencias significativas. “Si S&C manejaba mil millones en activos y pierde un 10% de clientes, automáticamente factura 10% menos. Es un golpe duro para una estructura tan grande, aunque la empresa tiene espaldas financieras: según sus balances, posee más de dos billones de pesos en patrimonio neto y registra ganancias año tras año”, sostuvo la misma fuente.
Entre la admiración y la sospecha
Lo que más desconcierta en el ambiente financiero es la dualidad entre la imagen pública de Casas Arregui y las acusaciones en su contra. “Era un tipo muy respetado, con mucha iniciativa, generoso, que formó a decenas de jóvenes operadores. Un revolucionario en Córdoba. Por eso su caída sorprende tanto”, reconoció otro operador.
La existencia de una “cueva” paralela, sin embargo, era un rumor que circulaba en la City. “Muchos en su momento compraban dólares en lugares así, porque la economía y la política te empujaban a moverte en la informalidad. Pero con figuras como él involucrado, eso es lo que cambia la ecuación”, reflexionó un operador conocido del detenido.
Las hipótesis sobre el origen de la causa judicial son diversas. Algunos mencionan denuncias cruzadas con una consultora vinculada a proyectos de inversión fallidos; otros hablan de internas dentro del propio mercado. Lo cierto es que la fiscalía venía investigando hacía tiempo y que los allanamientos estaban previstos desde mediados de año, pero recién se concretaron en septiembre.
Daño colateral
El efecto de la detención no se limita a lo empresarial. Entre los imputados también figuran familiares de Casas Arregui, incluida su esposa y su suegro, que participaban formalmente en sociedades vinculadas, puntualmente en la firma KBE Inversiones.
Por otra parte, el caso dejó en una posición incómoda a la Bolsa de Comercio de Córdoba, donde Casas Arregui ocupaba la secretaría. Hasta el momento de su detención, no se conocían comunicados oficiales de la institución.
El futuro de S&C
Más allá de las causas judiciales, el interrogante central es qué ocurrirá con S&C Inversiones, la nave insignia que Casas Arregui condujo durante décadas. “Es una empresa sólida, con balances positivos y un equipo profesional muy amplio. No se va a caer de un día para el otro. Pero claramente perderá clientes, porque muchos no quieren estar asociados a un escándalo de este tipo. El gran desafío será mantener la confianza en medio de la tormenta”, evaluó un operador del mercado. En paralelo, se esperan comunicaciones desde la Comisión Nacional de Valores y BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos). El vínculo de Casas Arregui con ambos organismos era estrecho, lo que amplifica el impacto institucional del caso.