En Argentina, la política pesa más que la economía a la hora de invertir. A diferencia de lo que ocurre en las principales bolsas del mundo —donde las acciones se mueven según el crecimiento económico y los resultados de cada empresa—, el mercado local responde casi exclusivamente a los cambios políticos. La inestabilidad y los giros de rumbo cada cuatro años convierten a cada elección en un punto crítico para decidir dónde asignar el capital.
El analista financiero Matías Daghero plantea un mapa de posiciones posibles según tres escenarios: triunfo de Milei, un empate o una victoria de la oposición. Con una lógica que mezcla macroeconomía, riesgo país, tipo de cambio y tasas de interés, propone mirar activo por activo y construir carteras diversificadas para no quedar atrapados en un único resultado.
Tres escenarios, tres reacciones del mercado
Daghero desglosa cómo podrían reaccionar los principales instrumentos financieros ante cada resultado electoral.
Bonos argentinos y acciones del Merval
Una victoria de Milei impulsaría a los bonos soberanos en dólares (hard dollar) y las acciones argentinas: se reduciría el riesgo país y podría reabrirse el acceso al financiamiento internacional. En cambio, un empate o un triunfo opositor acentuaría la caída que estos activos ya vienen mostrando desde las legislativas.
Obligaciones Negociables en dólares y Cedears
Estos instrumentos se mueven al ritmo del tipo de cambio. Con Milei ganador, se prevé una baja en la tensión cambiaria y por lo tanto un retroceso del dólar, lo que afectaría sus precios en pesos. En escenarios de empate o derrota, un salto cambiario —posiblemente con salida del esquema de bandas— impulsaría sus cotizaciones medidas en moneda local.
Bonos a tasa fija en pesos
Si Milei gana, las tasas de interés tenderían a bajar y eso empujaría al alza el precio de estos bonos. En escenarios menos favorables, la presión cambiaria obligaría a subir las tasas y los precios caerían.
Bonos CER (ajustados por inflación)
Son, según Daghero, los mejor posicionados en todos los casos. Hoy pagan tasas reales superiores al 20% anual (cuando a principios de año estaban cerca del 8%). Un triunfo de Milei daría una ganancia de capital por compresión de tasa; un triunfo opositor o un empate generaría un salto inflacionario por movimiento del dólar, que estos bonos también capturarían.
Carteras diversificadas para todos: «los que la ven y los que no»
¿Y cómo se arma una cartera?
Daghero sugiere pensar portafolios para cada escenario, con un perfil de riesgo moderado y un horizonte mayor a un año. Aunque los ejemplos exactos varían, el principio es claro: no apostar todo a un único posible desenlace.
Como nadie puede prever el resultado —y las encuestas perdieron credibilidad—, el enfoque recomendado es asignarle una probabilidad a cada escenario y distribuir las inversiones en función de esa ponderación. Para facilitar ese ejercicio, ofrecen una planilla gratuita que permite diseñar carteras combinadas según expectativas
El especialista advierte que en Argentina solemos sobredimensionar el impacto político sobre nuestras inversiones. La volatilidad es real, pero no debe reemplazar una estrategia patrimonial de largo plazo. La clave, sostiene, es llegar a las elecciones con una cartera preparada para distintos desenlaces, en lugar de jugar todo a un pleno.