En una conferencia ofrecida en el Hotel Neper, el director del Banco Central de la República Argentina, Federico Furiase, defendió la política monetaria actual y sostuvo que las tasas de interés se determinarán por la dinámica del mercado. En un tramo de su exposición, fue claro al afirmar que “las tasas de interés son endógenas” y que el Central no interviene directamente en su fijación.
“Nosotros, en el Banco Central, controlamos la cantidad de dinero, que no haya emisión monetaria, y las tasas de interés se determinan endógenamente en el mercado”, explicó Furiase, en respuesta a una consulta sobre el impacto de la política monetaria en el crédito y las pymes.
El economista señaló que la suba reciente de las tasas respondió al ruido político y la incertidumbre electoral, que también se reflejaron en un aumento del dólar y del riesgo país.
“La tasa de interés subió justamente porque, ante el riesgo, ante el ruido político y la incertidumbre que generan las elecciones, la tasa de equilibrio es más alta en ese contexto”, detalló.
Sin embargo, sostuvo que el escenario podría cambiar rápidamente tras los comicios.
“Creemos que, pasado ese ruido político, dado los fundamentos sólidos, dado que la inflación núcleo viene en la zona del 1,9% mensual y dado el apoyo financiero de Estados Unidos, están todas las condiciones dadas para que las tasas de interés bajen fuertemente, de manera endógena”, afirmó.
Furiase enfatizó que el Banco Central no planea intervenir en el mercado de tasas.
“El Central no interviene en la tasa de interés actualmente; son endógenas”, reiteró.
A modo de ejemplo, mencionó una señal del Tesoro Nacional, que en la última licitación decidió no convalidar rendimientos elevados.
“Finanzas dejó de renovar parte de las Lecaps justamente como una señal de no convalidar tasas exageradamente altas, teniendo en cuenta los fundamentos macroeconómicos y el apoyo financiero de Estados Unidos”, explicó.
El funcionario destacó que el Tesoro “tiene muchas reservas en pesos”, producto del superávit fiscal y de colocaciones netas en el mercado local, y que esa posición permitió cancelar deuda sin generar emisión monetaria.
“El Banco Central esterilizó esos pesos, que ya existían, y eso no implica emisión. Es una señal que va en la dirección de una baja de tasas, una vez que se despeje la incertidumbre”, añadió.
Durante su presentación, Furiase insistió en que el proceso de estabilización monetaria y cambiaria sigue firme y que la política de control de la base monetaria es la principal ancla del programa.
“No hay convalidación monetaria ni emisión. Tenemos un Banco Central saneado y reservas líquidas muy altas en relación a los pesos en circulación. Ese orden monetario es lo que permite sostener la estabilidad y proyectar una baja de tasas más adelante”, subrayó.
Respecto al horizonte inmediato, el director del BCRA se mostró confiado: “Pasadas las elecciones, con los fundamentos sólidos, el apoyo financiero de Estados Unidos y una inflación núcleo en niveles bajos, esperamos que las tasas bajen por sí solas, por la interacción entre la oferta y la demanda del mercado”.
La definición marca un cambio de enfoque respecto de etapas anteriores, cuando la autoridad monetaria intervenía directamente para fijar tasas o contener presiones de corto plazo. En la actual estrategia, el Banco Central actúa sobre la cantidad de dinero, mientras que el precio del crédito —la tasa— queda librado al equilibrio del sistema financiero.
La expectativa de Furiase es que, una vez superado el proceso electoral y estabilizado el mercado cambiario, la curva de tasas comience a descender acompañando la tendencia desinflacionaria. “Están todas las condiciones dadas para que eso ocurra”, resumió.
La lectura final del funcionario fue que el mercado atraviesa una fase transitoria de tensión, más vinculada a factores políticos que a desequilibrios macroeconómicos.
“Hay fundamentos sólidos y apoyo externo. Cuando se despeje el ruido, la economía va a volver a reflejar esa solidez también en el costo del dinero”, concluyó.