¿Un “yo” digital? la cordobesa Initium crea dobles inteligentes al estilo Black Mirror

 

 

Cuando Manuel Flores lanzó Dillo en 2022, su objetivo era claro: romper las barreras de comunicación para la comunidad sorda mediante inteligencia artificial. Hoy, ese desarrollo cordobés —que traduce la lengua de señas a texto o voz y fue reconocido como la segunda mejor empresa de habla hispana en el mundo por Santander International— enfrenta un dilema que excede lo técnico: el de un país que no logra sostener sus propias innovaciones.

“Entendimos que Argentina no es un país inclusivo. Es de la boca para afuera”, afirma Flores, fundador de Dillo.

La paradoja de innovar en Argentina

Dillo logró consolidar un ecosistema de productos enfocados en la inclusión: desde un intérprete de lengua de señas hasta un juego educativo y una app para niños con autismo (TEA) que personaliza pictogramas con fotos reales. Pero el problema no fue la tecnología, sino el contexto.

Según Flores, el proyecto se topó con una “cultura de inclusión superficial” tanto en el sector público como en el privado. Empresas que celebran la innovación, pero no la financian. Gobiernos que prometen políticas inclusivas, pero no las implementan.

Incluso los acuerdos con organismos estatales se diluyeron en la práctica. Flores recuerda que el Gobierno de Córdoba prometió implementar Dillo en 4.000 colegios, lo que habría significado un impacto clave para la startup, pero “todo quedó en una foto política”.

El salto a Europa

Ante la falta de adopción en Argentina, el equipo de Dillo decidió migrar su estrategia hacia Latinoamérica y Europa, donde la inclusión no depende de la buena voluntad, sino de la ley.

España y la Unión Europea representan un mercado con demandas obligatorias de accesibilidad, lo que abrió negociaciones avanzadas con Iberia, la principal aerolínea española.

El proyecto prevé la instalación de Dillo en mostradores de check-in, tablets a bordo y tótems educativos en salas de espera. A esto se suma una carta de intención firmada con Telefónica para implementar la herramienta en el Movistar Arena y dispositivos móviles, en una alianza que podría concretarse en 2026.

Initium: el nacimiento de un doble digital “made in Córdoba”

A partir del desarrollo tecnológico de Dillo, Manuel Flore comenzó a explorar un terreno mucho más personal y filosófico: la posibilidad de crear un “doble digital”, una inteligencia artificial que aprende y evoluciona con su creador. A diferencia de sistemas que solo responden o ejecutan tareas, Initium busca comprender, aprender y evolucionar junto a cada individuo, preservando su identidad, conocimiento y valores.

El nuevo proyecto, bautizado Initium, busca trascender el uso funcional de la IA para construir algo más cercano a la identidad. “¿Qué pasaría si existiera un GPT tuyo, con tu conocimiento, que sepa cómo sentís, cómo reaccionás y te diga: ‘Che, no es por acá, te aconsejo que respondas así’?”, plantea Flores.

Su funcionamiento combina modelos de lenguaje de última generación con memoria contextual y control de autonomía, lo que le permite adaptarse al estilo y decisiones de cada usuario. Initium combina el análisis de datos, la voz, los textos y los patrones de pensamiento del usuario para desarrollar una IA personalizada, ética y privada, capaz de reflejar sus ideas, decisiones y contradicciones. Su propósito abarca tres grandes áreas:

  • Legado digital: permitir que, tras la muerte, los seres queridos puedan interactuar con el “doble digital” del usuario.
  • Soporte para la toma de decisiones: ofrecer una mirada objetiva y racional, desligada de las emociones, como una suerte de espejo interior.
  • Preservación de recuerdos: capturar experiencias completas —sentimientos, entorno, conversaciones— mediante dispositivos como las gafas Ray-Ban Meta, para luego revivirlas de forma contextualizada.

“El día que no esté, vos podés seguir hablando con el gemelo digital”, resume el creador.

El proyecto se centra en la ética y la privacidad, asegurando que cada decisión automatizada respete los valores del usuario. Sus aplicaciones son amplias: asistentes personales, preservación del conocimiento de líderes o instituciones, educación, salud mental y acompañamiento digital personalizado.

Initium abre nuevas posibilidades en múltiples campos: desde asistentes personales capaces de gestionar información de forma autónoma, hasta preservación del conocimiento de líderes, empresas o instituciones. También puede aplicarse en educación, comunicación, salud mental y acompañamiento digital personalizado.

A largo plazo, Initium busca integrarse en un ecosistema global de IA que promueva el bienestar, la accesibilidad y la expansión del conocimiento humano, consolidando la visión de una tecnología inclusiva, ética y humana.

IA con identidad y memoria

Aunque se encuentra en fase experimental, Initium ya muestra avances notables. La versión actual, entrenada con los propios datos de su creador, puede emular su tono de voz, hablar en varios idiomas sincronizando el movimiento de los labios y analizar información variada.

Sin embargo, el desafío técnico principal es el almacenamiento masivo de datos necesarios para recrear recuerdos de manera completa y contextualizada.

Mientras Dillo busca consolidarse en Europa como un modelo de accesibilidad tecnológica, Initium emerge como un experimento que desafía los límites de la inteligencia artificial y la identidad humana.

En palabras de su creador, “Initium no busca imitar, sino entender”. Y esa diferencia puede marcar el inicio —o el “initium”— de una nueva generación de inteligencia artificial que no sólo piense como nosotros, sino con nosotros.