Cómo Aipha-G usa IA y robótica para prevenir accidentes y elevar la calidad industrial en Córdoba

Aipha G, la cordobesa fundada en 2019 por Sergio Cusmai, se consolidó como uno de los referentes argentinos en inteligencia artificial aplicada a la industria. Con un equipo de más de 12 personas y presencia en Argentina, España y Estados Unidos, la compañía desarrolla soluciones que combinan análisis predictivo y robótica autónoma bajo un concepto que su CEO repite como mantra: “fuerzas de trabajo híbridas”.

“La filosofía de la empresa es que no usemos la tecnología como reemplazo de absolutamente nada humano, sino que sea un complemento, que lo potencie por 10 a la persona”, afirma Cusmai. Esa visión guía los dos pilares de Alfa G: la IA para control de calidad predictivo y los robots cuadrúpedos que apoyan tareas industriales críticas.

En el primer caso, la compañía desarrolló sistemas capaces de analizar cientos de variables en simultáneo para anticipar defectos antes de que ocurran. Su aplicación más extendida está en la industria autopartista, donde pueden detectar desde una mínima imperfección en un vehículo hasta la falla potencial de una puerta. El beneficio es triple: mejora la calidad, reduce desperdicios y optimiza procesos. “No se tiran servicios, no se genera basura”, resume Cusmai.

El segundo eje de trabajo —y el que más atención genera en el mercado— son los cuadrúpedos: robots con fisonomía canina diseñados para realizar tareas peligrosas, repetitivas o en condiciones ambientales adversas. Pueden verificar protocolos de seguridad, monitorear tableros eléctricos, detectar elementos fuera de lugar o realizar rondas de inspección 24/7, incluso bajo lluvia, frío o nieve. “Complementa mucho la tarea de las personas que están abocadas a la prevención de accidentes en fábricas”, explica el CEO.

Los usuarios suelen iniciar con un esquema de alquiler, un modelo que facilita la adopción de la tecnología sin grandes inversiones iniciales. “Lo que vemos habitualmente es que prefieren alquilar inicialmente, probar, ver que las métricas mejoran y luego sí se aventuran a comprarlo”, señala Cusmai. La empresa trabaja con hardware de distintos mercados y su diferencial radica en el algoritmo que les otorga autonomía y capacidad de ejecutar tareas específicas. “Los robots por naturaleza no son inteligentes; nosotros les damos la inteligencia para que hagan lo que la empresa necesita”, agrega.

Más allá de la industria, Aipha G avanza hacia nuevos casos de uso: robots asistentes capaces de guiar pasajeros en aeropuertos o dispositivos de monitoreo remoto para adultos mayores, aplicaciones que ya se experimentan en otros países. Cusmai destaca que la evolución tecnológica del sector es vertiginosa. “Los cuadrúpedos están buscando evolución cada 6 meses. Es un tiempo muy corto y se notan mejorías muy altas”, afirma.