Redrado pidió un plan cambiario inmediato: “Sin eliminar restricciones no habrá inversiones ni crédito para crecer”

 

A un mes del paso de las elecciones legislativas y en un clima económico aún frágil, Martín Redrado, buscó ordenar el mapa de prioridades para la Argentina que viene. En Córdoba, frente a empresarios pymes, el economista advirtió que el país atraviesa “un punto de inflexión” marcado por una oportunidad internacional inédita, pero también por desequilibrios locales que todavía no permiten hablar de crecimiento sostenido.

Tenemos una ventana global para aprovechar, pero sin un programa cambiario y financiero de largo plazo no habrá inversión ni crédito”, planteó, al abrir su diagnóstico. En un contexto donde el consumo muestra señales dispares y el financiamiento al sector productivo se encuentra en mínimos históricos, Redrado buscó dejar un mensaje claro: el futuro de las pymes dependerá de la capacidad del Estado y del sector privado para transformar estabilidad fiscal en desarrollo.

El primer paso para una macroeconomía sólida es eliminar las restricciones cambiarias. Eso es lo que va a dinamizar la inversión”, sostuvo el expresidente del Banco Central. Y añadió que el sistema financiero “sigue atrapado por encajes altísimos”, que deberían bajar del 52% al 15% para liberar crédito y reducir las tasas de interés.

Redrado insistió en que la situación actual “solo permite avances marginales” y recordó que para cualquier inversor externo “la primera pregunta es cuál será el esquema cambiario de largo plazo”.

Estados Unidos, FMI y reservas: “tenemos que dejar de depender de los dólares financieros”

Sobre la posibilidad de una intervención norteamericana en el mercado cambiario, fue tajante: “no veo a Estados Unidos interviniendo nuevamente. Sí los veo apoyando para que Argentina cumpla sus compromisos internacionales”.

Anticipó que los US$ 4.500 millones de vencimientos se pagarán “ya sea con swaps o con préstamos de bancos” y dio por descontado que el FMI otorgará un waiver (perdón) por el incumplimiento en la meta de acumulación de reservas.

Pero subrayó que el verdadero desafío es “dejar de depender de dólares financieros y empezar a generar dólares de producción, de exportación y de inversión”.

Pymes y crédito: “Estamos en el 12% del PIB; la región está en el 50%”

Redrado dedicó parte de su exposición a la situación del sector pyme, que hoy opera con un nivel de financiamiento extremadamente bajo. “El crédito está en el 12% del PIB, cuando en la región el promedio es 50%. Es un síntoma de oportunidad, pero también del tamaño del desafío”, señaló.

En su repaso sectorial, describió una economía “muy heterogénea”, con consumo masivo debilitado por paritarias que crecieron “al 1% mensual frente a una inflación del 2%”, mientras que el crédito para bienes durables —autos, electrodomésticos— “está prácticamente frenado” por las tasas elevadas.

El economista advirtió, además, que el crecimiento actual se sostiene en cinco o seis sectores dinámicos (minería, energía, agro, economía del conocimiento), pero deja afuera a los sectores que generan la mayor parte del empleo: comercio, manufactura y construcción.

“El desafío es no quedarnos en una economía para 20 millones de habitantes”, sintetizó.

El nuevo orden global: oportunidad estratégica para América Latina

En la segunda parte de su exposición, Redrado analizó la competencia global entre Estados Unidos y China. “El mundo ya no funciona bajo reglas multilaterales. Es un mundo de transacciones, de toma y daca, con proteccionismo, bloques y la militarización de la política económica”, describió.

En ese contexto —dijo—, América Latina vuelve a convertirse en un territorio estratégico para Estados Unidos, que busca “proveedores confiables” para asegurar sus cadenas de suministro en industrias sensibles.

Pero aclaró que alinearse con Washington “no implica alejarse de China”: “La nueva relación con Estados Unidos debe ser un compromiso selectivo. Colaborar en lo que nos conviene, pero también aprovechar la complementariedad con Asia. Hay que sacar la ideología de lado”.

Cuatro “revoluciones” para impulsar el desarrollo

Para transformar esta oportunidad global en crecimiento sostenido, Redrado planteó una agenda de desarrollo basada en cuatro ejes:

  1. Revolución impositiva

Bajar impuestos distorsivos y ampliar la base formal. Propuso reducir retenciones en un esquema de transición —5 puntos por año— y permitir que se tomen a cuenta de Ganancias. También avanzar en la eliminación progresiva del impuesto al cheque e Ingresos Brutos.

  1. Revolución exportadora

Integrarse a cadenas globales con acuerdos recíprocos, evitando una “apertura inocente”. Involucrar activamente al sector privado en la agenda comercial.

  1. Revolución logística

Mejores puertos, rutas y transporte multimodal para bajar costos. Propuso financiar obras a través del BID, Banco Mundial y CAF, como “punto de encuentro” entre Nación y provincias.

  1. Una Argentina federal

Devolver recursos retenidos por asignaciones específicas. “Hoy solo el 30% de los impuestos nacionales son coparticipables; las provincias deben recuperar autonomía para desarrollar su potencial”, señaló.

Sobre el final, Redrado sintetizó el momento económico y político del país: “el equilibrio fiscal es necesario, pero no suficiente. No alcanza con ordenar la macro. Hay que pensar en un proyecto de desarrollo”.

Y dejó un mensaje para los empresarios pymes: “el tren de la historia pasa nuevamente por un andén llamado Argentina. La pregunta es si vamos a subirnos con una agenda integral que combine estabilidad, exportaciones, infraestructura y federalismo”.