Hay muchas afirmaciones, rumores y mitos alrededor de los nuevos mundos virtuales. Si bien ya se comienzan a ver algunas experiencias en torno al concepto de metaverso, la realidad es que todo lo que envuelve a esta idea está en pleno proceso de desarrollo.
Pero hay algo que es innegable: se trata de un cambio de época detrás del cual vendrá una ola de empresarios y marcas que no querrán quedarse afuera.
Es es caso del cordobés Emilio Bruno, quien anunció por redes sociales que su emblemática galería Muy Güemes se suma al mundo del metaverso para ayudar a las marcas a incrementar sus ventas.
«Estamos desarrollando las galerías virtuales de Muy Gümes para que todas las marcas puedan alquilar locales comerciales dentro del metaverso. Gracias a la realidad aumentada van a poder caminar por la galería y hacer compras. Queremos incrementar las ventas como si fuera un e-commerce«, explica Bruno, desarrollista comercial.
Actualmente, el producto está en pleno desarrollo y estiman lanzarlo a principios de 2023. Bruno comentó que en un solo día le llegaron propuestas de empresas que buscan subirse al boom del metaverso de la mano de las galerías o empresas tecnológicas que quieren un local comercial dentro de Muy Güemes.
La ganancia va a ser a través del alquiler del espacio de realidad virtual: «vamos a ir aumentando el alquiler en base a las ventas que nosotros les generemos», comenta.
En cuanto a los precios, el empresario adelantó que cada local virtual va a tener un costo mensual de US$ 100. La inversión inicial para poner en marcha el proyecto es de US$ 250.000 pero estiman que dicha cifra podría aumentar: «creemos que ese número puede incrementar pero al igual que un a galería tradicional, tenemos inversores y gente que quiere asociarse. Estamos en pleno proceso de investigación».
Los usuario van a poder ingresar a las galerías virtuales a través de diferentes dispositivos: «la base es que puedan ingresan desde el celular pero mientras más aumente el nivel de la pantalla y del procesador van a tener una mejor experiencia. Es decir, desde el celular van a verlo como un videojuegos con buena imágenes; pero si te pones un casco de realidad virtual vas a poder entrar a los locales y casi tocar los productos».
Consultado sobre la idea de replicar la idea en otras de sus galerías, Bruno aseguró: «si todo sale bien no pongo más un ladrillo sobre otro, dejo de de hacer galerías tradicionales«. Y agregó: » la ventaja de la virtualidad es que no tenemos límites, podemos tener tanto clientes como querramos».
