Imprecisión. Esta palabra abarca todo el desarrollo del juego en el estadio de Defensores. Ninguno de los dos hizo mérito alguno para llevarse los tres puntos. Por momentos manejó la pelota el local, por momentos la visita. Pero no se puede decir que alguno mereció la victoria.
En el Dragón, como mejorcito, se puede rescatar a Mauro Formica. En sus pies estuvieron las dos situaciones claras, y hasta ahí, de Defe. Si hablamos del equipo en general, buscó, pero con muchas dudas. No encontró nunca esa claridad para definir en los últimos metros y le costó caro.
Sí hablamos del Torito, lo mismo. No se puede destacar a un jugador en sí, porque el nivel fue flojo en general. Al igual que Defensores, nunca tuvo esa claridad en ataque que le brindara ganar el partido. Ni Curruhinca, ni Naya, ni Obregón generaron algo que incomodara de manera seria el arco defendido por Pietrobono.
¿El empate? Más que bien le quedó al partido. Fue de esos encuentros en que ambos pifiaron en casi todo. Para rescatar las defensas de ambos. Quizá no por mérito de ellas, sino por lo erráticas que estuvieron ambas delanteras. Pese a esto, los arqueros estuvieron muy tranquilos durante toda la noche, y sí… Lo que predominó en el partido fue el pelotazo bien en órbita y después vemos qué se hace. Lejos estuvo de ser un encuentro bien jugado.
De esta manera, Defensores de Belgrano llegó a 21 puntos en el campeonato y se mantiene a tres de la zona de Reducido. Por su parte, Chicago, no pudo replicar lo hecho ante Almirante, aunque este empate le sirve para sumar. De todos modos, muchachos, fue una linda noche para ir al cine.
