Un técnico que hace historia, con el respaldo de su familia

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Especial para La Nueva Mañana

El día de Mariano Sosa arranca a las 5.15. Trabaja en COyS (Córdoba Obras y Servicios), donde entra a las 6 y sale a las 13. Tipo 14 llega a su casa, se da un baño, almuerza y sale para al club Universitario. Su club. A las instalaciones de la “U” arriba tipo 15.45, recorre, dialoga con sus compañeros del cuerpo técnico, con algún jugador, con profesores, con el coordinador, piensa en el entrenamiento, que inicia a las 16.30. Trabajo, indicaciones, pelotas, más indicaciones, fútbol, fútbol, fútbol… La práctica del equipo masculino de Primera División finaliza cerca de las 18.30. Y como un bucle, vuelve a los recorridos, a las charlas… a la gestión. Son dos horas casi de “receso”, porque a las 20.30 retorna a la cancha para entrenar al equipo principal femenino del club. Y más indicaciones, más fútbol, fútbol, indicaciones; hasta las 22.45. 

Retorna a su hogar pasada las 23, ducha, cena familiar y a pensar en el próximo día, que tendrá una nueva rutina similar.

Así es el día de Mariano Sosa, el técnico que está a cargo de los planteles de Primera de Universitario, tanto de masculino como femenino. A full y con mucha pasión. Y claro, para que todo eso suceda, un fuerte apoyo familiar que también respira y lleva en la sangre el amor por el deporte.

“Mi esposa Belén hace de madre, padre, esposa, amiga, ayudante técnica, asistente, secretaria, etcétera, etcétera jajaja”, resalta el DT para explicar cómo hace para que este ritmo funcione. Belén es Belén Rodríguez, referente del fútbol femenino de la “U” y de la Liga Cordobesa, que por el polémico y desafortunado límite de edad no puede jugar esta temporada.

En la charla con La Nueva Mañana el DT resalta todo el tiempo el papel familiar, destacando a su pareja y a sus hijos Morena y Francisco. “Son mis pilares”, repite.

“Mariano es un loco apasionado por el fútbol”, lo retrata Belén; y ese entusiasmo lo llevó a Sosa a ser el primer entrenador en dirigir en simultáneo los planteles de Primera División Masculino y Femenino en la Liga Cordobesa.

Sosa y su esposa
Mariano Sosa debutó como DT del femenino de Universitario el 1 de agosto de 2015. Fue con una goleada 13-0 ante Brown.

– ¿Cómo es ser al mismo tiempo el técnico del plantel de Primera masculino y femenino?

– ¡Es un sueño cumplido! Con las chicas desde hace mucho tiempo venimos trabajando muy duro. Por eso siempre me cuesta dejarlas. Actualmente tengo a Betiana Gandino, la “Tana”, que se hace cargo de dirigir el equipo femenino cuando coinciden los horarios con el masculino; por ejemplo, el fin de semana pasado. Ella estuvo en cancha de Villa Siburu (Vencieron 6-0 a Huracán). Que esté ella me da mucha tranquilidad, ella es mi fiel reflejo como DT, trabajamos con las mismas ideas, tenemos los mismos valores y eso es lo mejor.

– ¿Encontrás diferencias en el manejo de los grupos de ambos planteles? 

– Los planteles son siempre iguales. Tuve la suerte de estar en varios. Sean mujeres u hombres, las personalidades son las mismas.

– ¿A qué se apunta con cada equipo?

– Hoy los planteles están viviendo situaciones muy diferentes. En el femenino todos los años apuntamos a lograr el tan deseado campeonato. Estuvimos muy cerca muchos años, y este año no es la excepción. Nos encontramos segundos en la tabla de posiciones y el objetivo es bien claro. En cambio, en el masculino es el otro extremo. Es un plantel que se encuentra peleando por el descenso. El grupo está bajo anímicamente y el resultado del fin de semana ante Las Palmas (empate 2-2) nos ayudó muchísimo para comenzar a trabajar en eso, en la confianza de cada jugador, que crean en ellos, que esta situación se puede revertir. Tenemos muy buenos jugadores. Acá los objetivos son otros, es partido a partido lograr sacar la mayor cantidad de puntos posibles.

Bien de Liga

Sosa tiene una extensa trayectoria en el fútbol. Comenzó en el 2014 a dirigir en la escuelita de Universitario, al tiempo ya dirigía las divisiones Cuarta, Quinta y Sexta de Unión Florida. En el 2015 se hizo cargo del plantel de Reserva y se sumó como ayudante de campo de Viberti en Primera, y luego con Daniel Albornoz. En su currículum dice que en el 2017 fue el director técnico de la Cuarta división de Argentino Peñarol que estuvo muy cerca de salir campeón, y al año quedó como el DT de la Reserva y ayudante de campo de Héctor Chazarreta en Primera. Ese año la “Peña” salió campeona de la Liga Cordobesa y obtuvo la plaza para el Torneo Regional Amateur. Su hoja de vida indica que el año pasado se sumó Lasallano, donde estuvo a cargo de la Quinta División. Y este año se sumó como ayudante de campo de Luis Ernesto Sosa en el plantel superior. “Logramos jugar algunas fechas, pero luego por pandemia se frenó. Y antes de que reinicie el torneo me llamó Carlos Russo para hacerme cargo del plantel superior de Universitario, tras la salida de Daniel Mira”, relata el entrenador.

Pasión por la pelota

“Mi carrera como futbolista fue muy corta”, expresa Sosa; y agrega: “Comencé a los 18 y a los 23 años dejé de jugar por razones de trabajo”.

El ahora entrenador hizo las divisiones inferiores en Escuela Presidente Roca y a los 18 debutó en la Primera de los “Panza negra”, con “Cacho” Vallejos como DT. “Ese año salimos campeonas de la Liga y ganamos la plaza al Argentino B. Recuerdo que teníamos un equipazo, comandado por el ‘Sapo’ Daniel Mercado”, rememora.
Posteriormente estuvo un año jugando en México. “Luego volví a Córdoba y jugué en varios clubes”, cuenta. Jugó en Deportivo Atalaya, Huracán de barrio La France, Unión San Vicente, Bella Vista, Central de Río Segundo y Libertad.

“En mi último año, ya estaba trabajando en Cliba, la empresa de recolección de residuos, y lo jugué en Libertad. Ese año perdimos la promoción contra Unión San Vicente. Unión venía de la A y nosotros para ascender. Recuerdo esas dos finales. Perdimos 1-0 en cancha de Las Palmas y la revancha ganamos 2-1, un viernes a la noche, en cancha de Juniors. Recuerdo que hice dos goles esa noche, pero no alcanzó, porque Unión tenía ventaja deportiva por ser de la A”, relata; y explica: “Ese año fue muy difícil, ya que estaba trabajando y todos los días corría casi 40 kilómetros detrás de un camión recogiendo basura. Y luego de trabajar, me iba a entrenar. Y los sábados igual. Entonces llegaba el sábado a la noche y me dolía mucho el cuerpo. Fue ahí que tuve que decidir qué quería para mi vida. El cuerpo me pasaba factura. Y bueno, decidí lo que más seguridad económica me daba”.

Con una cuota de humor el entrenador confiesa: “También ese año conocí a Belén, mi señora. Siempre digo que ella fue como la Moni con Pepe Argento – se ríe-… Me cortó las piernas jajaja. Fue lo mejor que me pasó en la vida. Gracias a todo lo que me pasó, hoy tenga una maravillosa y bendecida vida con mi familia”.

  

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